A pesar de ser para muchos un fotógrafo de consolidación envidiable, la semana del 31 de agosto al 04 de septiembre, Guadalajara fue testigo de un David Lachapelle que se declara a la expectativa de la nueva etapa que le espera, ahora que ha abandonado los mundos seguros de la moda y la publicidad para aventurarse en el de las galerías y museos. Aquí, un repaso de sus actividades públicas, entre el revuelo mediático que provocó.


Fotografías:  Jorge Alberto Mariscal

Lunes

Tranquilo pero con los ojos inquietos, David LaChapelle entra a la rueda de prensa acompañado de su musa, Amanda Lepore. Contesta las preguntas de los periodistas, que parecían más interesados en cuestiones de política cultural y en el antiguo trabajo del estadounidense. David expresó, entre otras cosas, los detalles de su exposición Delirios de la razón y su deseo por hacer arte contemporáneo a través de piezas claras que cualquiera pueda entender. “Llegué a México y me sentí inspirado por sus muralistas, por el arte que va dirigido a la gente común. En eso me identifico con ellos”.

Miércoles/Tarde

Durante la visita guiada que ofreció el Museo de las Artes, el nombrado sucesor de Warhol recorrió junto con la prensa y algunos invitados las salas principales explicando algunas de las piezas más emblemáticas, de modo amable pero impersonal.

A pesar de la repetición de muchas ideas expuestas en el primer encuentro, el público pareció satisfecho, aunque la promesa de firmas para sus seguidores no se cumplió sino hasta un día después, en la firma oficial de autógrafos.

Miércoles/Noche

Por fin llegó el evento central, la inauguración oficial de la exhibición, a la que solo pudieron asistir quiénes contaran con pases de prensa, invitación, o la suficiente paciencia como para esperar algunas horas.

Una adentro, la soberbia exposición de fotografías de gran formato se extendía por casi todas las salas del museo, al LaChapelle describió como “Una bella estructura clásica, con un interior impecable y muy moderno”. El museo lució espectacularmente una exposición que en ningún aspecto sobrepasó su capacidad. En general, resultó ser un evento que mezcló a los seguidores del arte con los partidarios de la moda.

Viernes

Para finalizar, se realizó un Foro Universitario, dirigido a jóvenes artistas y demás interesados, que arrancó con un video-collage de las obras de David La Chapelle en fotografía y video. Luego, apareció él para repetir a grandes rasgos su discurso, y finalizar con preguntas del público, algunas sobre fotografía y arte, la mayoría sobre moda y celebridades­.

Pero fuera cual fuera la pregunta, David –como lo llamaban–, contestaba con sinceridad y un agradable toque de humor, dejándonos la impresión de ser un hombre sensible, que se pone a temblar cuando Madonna le levanta la voz en el teléfono; vegetariano que con sentimiento de cumpa por realizar un anuncio de Burger King; perfeccionista que admira la belleza del Renacimiento; tipo amigable que todavía siente miedo de no encajar, y sobre todo, de ser una persona en busca de cualquier cosa, menos la frivolidad.